Thursday, February 14, 2013

LAGUNAS DE RUIDERA
               
Los charcos del sendero,
el sol, las nubes, otra vez el sol,
y siempre el frío.
Las manos encogidas
como animales en madriguera.
El nombre de ese pájaro
que nos guía, posado ahora
en lo más alto.
Andamos  junto al agua.
Los juncos secos, los olmos en silencio,
savia en el agua, raíces sumergidas.
Las encinas, sus sombras habitadas.
Los patos, tan ajenos a nosotros.
La catarata, su fragor, su olor,
sus brazos tan abiertos.
Caminamos al paso en calma de las nubes.
De vez en cuando alguien mira hacia atrás
y  grita al rezagado.
Lagunas que vacían en lagunas
su agua sobrante,
fin y comienzo de una vida en otra.
El coche luego, las miradas
anegadas de agua y luz de invierno.
Solo ver cómo el verde al fondo danza en  transparencia,
cómo la superficie brilla
con la guitarra de los Dire Straits,
solo dejar que el tiempo pose el barro.
Volvemos. 
En silencio, ante nosotros,  se hace la llanura.