Gracia, mi hija, en cambio, es finalista con un poema hermosísimo. Enhorabuena Gracia, Poeta!
PLEAMAR
para CheloSe había ido el sol de otra manera
y estaba deslumbrado el mar, más plata, más oscuro,
más dentro de nosotros.
La luna, que entre jirones, iba y venía,
el vino de la cena, la luz fragante del jazmín,
habían abierto al mar nuestros sentidos.
Estábamos desnudos y tú gritaste:
“Por ti, siempre por ti.
cuanto existe es por ti, mar, ¡guapo!”
y el agua que lamía nuestros pies
se hizo ola alta y mojó nuestros pechos.
Reíste: “De nada, mar”,
y te sentaste en el rompiente.
El mar, viejo voluptuoso, te acariciaba por debajo.
Y yo, ¿qué iba a hacer yo sino colmar la escena?
Tu boca estaba a la distancia justa
y el mundo iba al dictado del ritmo de las olas.
Yo miraba, miraba a todas partes
y no me lo creía: el sueño de las fuentes,
la aspiración del manantial,
el viaje solitario de los ríos: eso era yo.
Me devoraba la vida, por fin
estaba bien no despertar al día siguiente.
Tú eras la mar,
la que convierte en peces las miradas,
el dolor en cristales pulidos.
Y eras el mar, el mar de otra manera:
el fin, la desembocadura.
Yo miraba y en tu cara veía
todas las caras de mujer que he amado, diciéndome:
“Lo mereces, eres este placer, has llegado, disfrútalo”.
Yo miraba y veía el guiño de los hombres que he querido:
“Adelante, esta puerta se ha abierto para ti, deléitate”
¿Cómo puede caber entre tanta belleza tanto gozo?
Hubo por un momento una pequeña confusión de espumas.
Y el agua, ese agua que eres tú, feliz,
acogedora, todo lo bañaba
y en cada cosa dejaba su brillo.