Saturday, November 11, 2006

“Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo”.
Borges
El que cuida a los gatos del asilo, que no son suyos.
Hay mucha gente que cabría en este poema, hoy añado, con permiso de Borges, al señor que alimenta y mima a los gatos del asilo. Todos los días acude a ponerles comida, desde este lado de la valla. Tiene el porte que tendría ahora, si viviera, un galán de cine de los años cuarenta. Gasta siempre traje, tez muy blanca y bigotito cuidado. Le he visto comprar comida para gatos de todas las clases. Y todos los días, cuando voy al trabajo, está sonriéndoles, diciéndoles cosas. El otro día un gatito muy joven le daba la mano, perdón, la pezuña, y él sonreía pasando vergüenza de que le viéramos en ese instante de felicidad.

2 comments:

Angel Domingo said...

Gracias por estas píldoras de humanidad. Un abrazo desde la nebulosa pucelana.

P.D. Ya estamos en UEFA y subiendo...

Anonymous said...

Me fijaré a ver si veo al señor que da de comer a los gatitos :)
Un abrazo de esta pucelana, que a veces está en las nubes,
Nuria