
Guillermo Borja, en "La locura lo cura"
Se llama Clara y hubiera sido imposible darle mejor nombre. Es un foco irradiante de alegría, de vida. Cuando no está en casa hay que encender más luces para poder ver. Nadie ha leído un poema mío como ella. Se ríe de que la compare a Ava Gardner.
Hoy le duele la barriguita y está tirada en el sofá. Aquí a mi lado...