Thursday, September 13, 2007


Dentro de las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete la figura más hermosa, para mí, es la del Volante. Los o las Volantes de cada comparsa hacen un saludo cada vez que el capitán dispara. Ese saludo es distinto según la comparsa. Varía del más visual, con los brazos extendidos, de la o las volantes moras, al más sobrio de los guerreros. Pero lo más impresionante es el saludo que hacen ante la Virgen. El capitán dispara y la volante le saluda a ál y a la Virgen. Sus movimientos son tan lentos y elegantes que parece suspendida en la explanada de la Cruz, los árboles dejan la cháchara de sus ramas en el anuncio del otoño, las gentes de Caudete callan. Sólo podría lejanamente compararse a un haiku extendido, a una ceremonia del té puesta en las manos leves de una niña de cinco años. Es un auténtico milagro, y ocurre todos los años, el día 7 de septiembre, en mi pueblo.

1 comment:

Anonymous said...

Un mes y un día hemos debido esperar para tu nueva entrega. Sabíamos que si Caudete no lo conseguía, la cosa se pondría fea. Lógica y felizmente, no faltaste a la cita y tus lectores te lo agradecemos. La importancia de un milagro no es quién o cómo lo haga, sencillamente ocurre y quien lo merece lo percibe. Un abrazote amigo.