Saturday, June 07, 2008


CUANTA MÁS INCERTIDUMBRE MÁS SEGURO ME SENTIRÉ YO
o inundaciones en el Km. 559 de la autovía Madrid-Alicante.

Qué intensa sed llamó a tanta agua,
qué intenso fuego habría que apagar.
Volvíamos sumando confesiones
de madurez tiznadas, de nostalgia.
La autovía sembrada de intuiciones de otoño.
Entonces fue cuando supimos
que corríamos hacia una tormenta furibunda.
El horizonte era un negro sudario.
Todos los afluentes del cielo de repente
y todos los embalses contenidos
cayeron desbordados sobre aquel kilómetro,
arrojados con rabia, como lanzas.
En aquellas tinieblas se abismaba el coche
como entre barrancos de acuarela romántica.
Y cuando ya perdidos parecíamos
amainó, y el cielo compuso un milagro
de colores pastel, una fina franja al fondo,
melocotón candente.
Qué increíble señal esa luz cálida
inusitada,
radiante, señalando el destino
final de nuestro accidentado viaje.






1 comment:

Piso Piloto said...

Esta foto de una tormenta en la distancia también es preciosa ¡enhorabuena!