Tuesday, November 04, 2008


LOS TRABAJOS DE LA BRISA

Para Aitor, al que le gusta el mar tanto o más que a mí, y para su familia: Lucrecia, Thierry y Adrián, que nos ofrecieron su afecto, su casa y una paella de ensueño en un lugar de ensueño frente al mar. Gracias de corazón

Quería estar yo aquí, igual que estas nubes
sobre el mar, sin más criterio
que el de la brisa,
quería estar como se vive
allí donde la vida ya no pesa.
Con esa intención o falta de intención
seguía a unas gaviotas en el aire,
embelesado, las seguía
como un niño que acaba de aprender a volar
y es feliz siendo estela.
¡Qué hallazgo el de la brisa!
Qué importa no poder volver
si se amanece visitando
balcones con la luz primera,
abriendo las ventanas,
besando antes que nadie las mejillas,
soplando el frescor a los cuerpos estáticos.
Y bajar raudo, descender
como el Espíritu desde las cimas;
mejor: ser ese Espíritu callado
que en los amaneceres en el mar
bautiza al agua.
Con estas melodías encender
primeros pensamientos,
certezas de un instante gozoso como nunca,
ráfagas de un tiempo ya sin tiempo.
Quería no querer
más que esta brisa que me respira ahora,
que con su manos diáfanas me lleva
de salvación colmado, de quietud.
Frondosa y fundadora dicha
de íntimos hallazgos cotidianos y suaves
como pequeñas conchas en la playa.



4 comments:

Anonymous said...

Es muy bonito, me gusta muchísimo el poema y ya sabéis que cuando queráis tenéis las puertas abiertas de nuestra casa... paella, paella, paella... jeje.
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias, nunca me habían escrito algo así de bonito, ya veras cuando lo lean en mi casa.

Gracias

Aitor

Anonymous said...

Que maravilla, nos ha encantado el poema. Fue un placer conoceros, nos quedamos con muy buen sabor de boca y nos agradó ver cuanto apreciais a nuestro hijo.

Un saludo.

Thierry, Lucre, Adrián.

PD: por cierto, la próxima paella de verdura!!...

Angel Javier said...

A nosotros también nos gustó muchísimo ver como apreciais a Clara, sois un cielo, muchas gracias por todo y un abrazo muy grande.

josé maría aguilar said...

Yo creo que la verdadera poesía está más allá de las palabras.
Por eso hay poesías que simplemente están bien escritas (¡que no es poco!) y otras en las que habita una historia escondida, que se asoma por las rendijas de la música de los versos.
Este poema pertenece a este segundo caso. Y me alegro más por la historia que por el poema en sí, que es muy hermoso.
Un abrazo.