
Se va un año más, hermoso y a la vez duro.
Se han ido amigos y tengo sensaciones de despojamiento, de volver a empezar con otro equipaje, de mirar más calmado, distante y hondo.
¿Qué queda cuando Lara se va?
La nieve, la contemplación de la belleza, los ojos siempre encendidos de Zhivago, aún sin la claridad de Lara. La vida tan pequeña, mirándonos en todas partes.