Monday, October 25, 2010




(Tras un poema tan emotivo dejarme que ponga uno alegre ;-). Lo escribí hace mucho tiempo, veintitantos años, y me lo recordaron el otro día unos amigos en una cena... Ya sé que no es mi tipo de poesía habitual, pero a ellos les gusta, a mí también, y les prometí que lo pondría en el blog)

DE CUÁN EXCITANTE ES IR DE COMPRAS

Volvimos,

dejamos las bolsas en el suelo

-ahora las coloco,

voy a ponerme el chándal.

-no te lo pongas, dijiste,

¿hacemos el amor?

Y luego: si llaman decir

que papá y yo no estamos.

- bueno, si llaman del Real Madrid, sí,

dije yo, que había jugado esa mañana

un partido de futbito extraordinario.

Cerraste la puerta con el mismo gesto

con el que se encierra al domador

en la jaula de las fieras.

No voy a contaros lo que pasó esa hora,

pero no tenía látigo a mano,

y al salir, allí estábamos deshechos

yo y los congelados.








5 comments:

EstheR said...

Jejejejejejej muy buenoooooooooo

Besos EstheR

josé maría aguilar said...

Lo de los congelados es genial.
Creo que en esos 2 últimos versos ya se adivinan tus posteriores destrezas con los haikus.
Un beso.

Llanos Guillén said...

Hola, Ángel, ya había leído este poema tuyo (y no sé dónde) y ya me había gustado mucho, y me había hecho sonreir. Si te llaman del Madrid, según lo que estés haciendo, no lo dejes, hombre... ;)
Un abrazo o dos. Dos.

Anonymous said...

Pero vamos a ver ¡Alma bendita! ¿
Tú te has parado a pensar como sabrían esos (en principio) deliciosos "congelados"? En estos momentos...no te lo perdono, tal vez unos años antes, lo entendería.
jeje

Un besito culinario, Pilar

Angel Javier said...

Gracias, Esther, Chema, Llanos y Pilar...era un poema viejo y con coña, pero me apetecía ponerlo, quizás porque sigo eligiendo la lujuria a la gula! :)