
EL CAMINO DE LA VIRGEN
para Clara
Estamos otra vez aquí,
la luz distinta de septiembre
nos vuelve a colocar en nuestro sitio.
Es el escalofrío
de un primer disparo
ante la Virgen que tú eres,
sagrada y emergente.
Caminamos, la pólvora
enciende nuestros cuerpos.
Somos incienso, vaho de azafrán.
Te ríes, dices
que parezco atontado.
Dispara, mírame y sigue. Dispara.
Vamos, ahora vuelve a disparar
y vete. Yo estaré siempre aquí,
entre los olmos de la Virgen,
entre las hojas que caen devotas
y hacen la rueda a tu paso.
Para entender este poema, si no eres de Caudete: todos los años, en las fiestas de Moros y Cristianos, el día 7 de madrugada se va a por la Virgen. A mitad de camino, entre la ermita y el pueblo, en la Cruz, es el primer disparo. Luego, camino de la Virgen, hasta la iglesia. La "rueda" es el saludo que hacen los volantes (reminiscencias del paje) cuando dispara el Capitán, ese día la rueda es la larga porque se saluda también a la Virgen. Si quieres ver un milagro ven a ver a un niño o niña de 4 a 8 años, flotando suavemente alrededor de la pólvora y la imagen, en una danza quieta y distinta según la comparsa.
Todos los años mi hija Clara, que es pólvora y es luz, y mi padre, que nos la lleva y nos carga, y yo, vamos a por la Virgen.
1 comment:
Pregunto... ¿Podrían los moros de Caudete desfilar en los U.S.A.? ¿Van demasiado lentos? Tal vez sólo sea eso, los cristianos han ido demasiado deprisa siembre...
Post a Comment