Wednesday, December 27, 2006

LAGUNA DE SAN PEDRO

Buscaba una razón entre las arboledas,
un pensamiento que justificara
mis días laborables. Y encontré olor
a hoguera aventada, a tierra húmeda,
a despojada tregua. Buscaba una razón
y era materia quieta esa paz tan líquida,
estremecida sólo por la danza de los juncos
que se mecían al ritmo de las ondas del lago.
Allí, tocados por el polen memorioso
que un ángel dejara al rozarlos
con sus alas, allí estaban: el álamo
que sin voluntad transparentaba sus raíces
en el asfalto del camino, el leño
que crepitaba y ardía entregado al fuego
y el vapor que elevaba sigiloso
la condición del agua. No había allí
otra intención que la vida, otro cetro
que el que ocupaba la dicha saciándose
a sí misma. Miraba el lago
y yo era el lago, y se cumplía así
mi más secreta y apasionada
aspiración: ser agua.

2 comments:

Nuria said...

¡Qué bonito! Ya me contarás dónde está esa laguna :)
Un fuerte abrazo, y mis mejores deseos para el año que va a comenzar,
Nuria

Anonymous said...

Tu sigue así que vas a acabar viviendo en un botijo