
EL MIRADOR DE LAS AMATISTAS
Para Chelo
Tú siempre miras más allá
por eso cuando has dicho: “Este lugar soy yo”
me he sentido cumplido.
¡Claro que la montaña nos conoce!
Y nos abre su antigua cicatriz
hecha regazo ahora, con cerradas suturas,
con sendas que nos llevan a la orilla
por donde el agua de la lluvia
va al agua.
Toda esta tierra oscura hace dique
a tu espalda. Y te contiene,
y te muestra luz de bautizo.
Ya no puedes volver y estás conmigo.
Distíngueme las olas que traen sol
de las que hacen el encaje y visten
-¡en qué momento mágico!-
a la piedra desnuda.
Dime, cuando el azul de cielo y mar
se confunden, la dirección
de las sendas que los traspasan.
Señálalas, te necesito. Yo sé que tus alas no caben
en el nido, pero esta aspiración
que es tu destino aquí se cumple.
Ya has llegado, este cielo te arropa,
ven, párate a vivir conmigo un poco,
ven, descansa.
1 comment:
Desde luego, Ángel, que el mirador de las amatistas debe ser un lugar precioso para poder hacerle honor a tu poema. Me alegro de que lo hayas puesto en tu blog para poder recrearme.
Un fuerte abrazo.
Post a Comment