
aguacero-
el sonido de una gotas
en la valla del asilo
LA HISTORIA DEL CALCETÍN
para la niña de Esther
Érase un pobre calcetín
desparejado y blanco.
Sucio, sólo, infeliz,
perdido en el canasto
de la ropa amarilla, limpia y gris.
Con asco le miraba la camisa,
el pañuelo le señalaba,
calzoncillos y bragas
le preguntaban:¿Qué haces de esa guisa
pringando todo con tu hedor?
Un día un cinturón
de un anciano albornoz
le presentó a una calcetina
que lloraba solita en una esquina
y surgió el amor.
¡Qué importaba que no fueran iguales!
¡Qué importaba que nadie les calce!
Ahora cuando van a la lavadora
se atan muy juntos
para ya nunca más desparejarse.